jueves, 17 de septiembre de 2015

La muralla china de Aragón


En algún momento de mi carrera no sólo tuve la suerte de conocer a Jaime Palacio, de quien hace un año de su fallecimiento, sino que este me honró con su amistad, fruto de la cual, tengo bien interiorizado el concepto de Punto de Interés Geológico… algo a lo que dedicó una fructífera parte de su vida profesional…

P.I.G., un concepto que para mí, trasciende del interés científico que pueda contener, histórico en términos geológicos, sino que en ocasiones se reviste, para mayor gloria, de una connotación estética que puede superar la base técnica que lo sustenta, incluso, que puede justificar su existencia sin que esa base técnica sea en realidad de la suficiente importancia científica.


Este es el caso de un paraje geológico absolutamente insólito, “la muralla china de Finestres”, una obra magistral de la naturaleza y un descubrimiento sorprendente tanto para quien lo visite estando previamente informado, como para alguien que pudiera, improbablemente, descubrirlo en sus andanzas por el campo… 

Improbable digo, porque este paraje se encuentra a trasmano, a doce kilómetros de camino desde un pueblo ya de por sí bastante perdido, en plena Ribagorza aragonesa, junto a otro pueblo, este abandonado: Finestres.

Y este carácter remoto le confiere un atractivo añadido…, o no forman acaso parte de la estética la sensación, o el sentimiento que nos produzcan en un determinado paraje, la temperatura, la luz, los sonidos o nuestro estado de ánimo.


Así pues imaginemos…, en el momento de mejor luz en Finestres, a la caída de la tarde, cuando el sol que se esconde entre las nubes, ya próximo al horizonte, acentúa las sombras que destacan entre la roca teñida de un tono anaranjado… Ni una voz entre las ruinas del pueblo próximo abandonado… El frescor del otoño que empieza a invadir el valle en sombra… Una sensación de desamparo y un escenario natural extraordinario ante nosotros, solo para nosotros… y para una bandada de cornejas que pasa rauda graznando…


















Definitivamente, la “muralla china de Finestres” es un lugar mágico.

Bromeando se podría decir que si en Madrid hay un parque, el de Berlín, que conserva unos pedazos del famoso muro alemán, en Aragón, se conserva un pedazo de la también famosa muralla china. O también que quizás, algún chino tuvo la ocurrencia de la famosa muralla inspirado en este paraje del que quien sabe cómo había tenido noticia… 

El caso es que, y ya desde un aspecto puramente académico, lo que aquí se contempla no son sino dos capas escasamente separadas de roca caliza arrecifal, de edad Cretácico Superior, muy duras, lo que les permite contrastar con una capa intercalada más blanda y erosionada. Estas capas, por efecto tectónico se encuentran verticalizadas debido al emplazamiento de mantos del frente de cabalgamiento sur pirenaico, tal como hemos explicado en otras entradas anteriores. El resultado asemeja a una auténtica muralla con dos paredes paralelas que suben y bajan, siguiendo la forma de la ladera. La erosión y progresivo desplome de parte de esta muralla de roca le ha conferido su aspecto ruinoso tan atractivo.








La manera de llegar hasta Finestres es bastante sencilla pero requiere de un vehículo de estos denominados “todocamino”. Llegando al pueblo de Estopiñán (Hu), cerca de Benabarre, debemos tomar un camino que indica “al Castillo de Finestras”, el cual seguiremos seis km. hasta un puente sobre una cola del embalse de Canelles. Desde este punto, otros seis km. de peor pista siguiendo la orilla del embalse hasta Finestras. Una vez en este pueblo, debemos seguir las indicaciones hacia la ermita de San Marcos, el mejor mirador de la estructura geológica. Finalmente, podemos adentrarnos en la muralla, en donde protegidos por las dos paredes rocosas, se encuentran los restos de un castillo medieval y los de la ermita de San Vicente.

3 comentarios:

  1. Todo un descubrimiento. me ha gustado!!

    ResponderEliminar
  2. Hola Ignacio. Me has sorprendido con tu última entreda en el blog cuando precisamente observaba una fotografiia del Finestres en una exposicion de fotografias de la ribagorza instalada en el claustro de la catedral de Roda de Isabena. Ha sido una coincidencia fantastica y sorprendente. Te envío por whtasapp la foto. Conozco desde hace años el congost de Mont Rebei y soy un enamorado de esa grandeza geologica y de su intacta naturaleza. Un saludo desde Aran.
    Ignacio Aldea
    Enviame tu tf al 667932748

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado tanto la muralla esta Aragonesa como las fotos de esas ruinas tan evocadoras.
    Sin lugar a dudas habrá que programar una excursión!!!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...