sábado, 23 de enero de 2016

Cumplimos un año, gracias / We are one year old, Thanks...

Se cumple hoy un año de la primera entrada publicada en el blog… 12 meses. 


En este tiempo, la cifra de visitas alcanzada es absolutamente impensable y supera las 10.000.

Aunque he realizado ciento veinte publicaciones… que son muchas… más de las que voy a publicar en este siguiente año, confío en no haber resultado pesado y de hecho, he recibido multitud de comentarios y felicitaciones que agradezco de corazón... 

Confío en seguir adelante recibiendo vuestras visitas durante este nuevo y segundo año.

Agradezco y os invito a suscribiros y aportar vuestros comentarios.


Twelve months blogging are fulfilled today... Thanks for all of your visits, more than 10.000 in the very one first year. 

I trust you keep on visiting, subscribing and giving your comments.



lunes, 18 de enero de 2016

The landscape collector



JANUARY 16
Winter sensations


We would tend to think there is nothing appealing in the cold and cloudy winter… but it is a time in fact impressive to all those who can actually appreciate its austere beauty… 

Beyond its fields burnt by the frost, the woods sullen and lifeless and the streams twisting in agony beneath the ice, winter January days are not only a matter of dramatic landscapes to be contemplated... 

Wet and windy days are also an opportunity to feel one’s lively inner heat, to sense the miracle of life defying the harsh conditions, or to plunge oneself into home's heat enjoyment.



Grey short winter days take not only their part into the amazing cycle of nature, the earthly cycle of death and regrowth...

Its sights and sounds take also a part of our own yearly cycle.

January nights are the time for the evoking eagle owl mating hoot to be heard in the "atmospheric" twilight, or the tawny owl to be spotted between the bare tree architectural filigree of branches and twigs.

domingo, 10 de enero de 2016

Ave del año 2016


Si preguntáramos en la calle qué especie es el Ave del Año en 2016, lo más probable es que casi nadie lo supiera, pero tampoco sabrían de lo que estamos hablando. 

Y sin embargo, cada año, desde 1988, SEO/Birdlife declara Ave del Año a una especie de ave silvestre con el objetivo de denunciar su situación o los problemas de conservación de aquellos espacios en los que habita. 


En los últimos tres años, dos especies absolutamente insospechadas han sido elegidas aves del año. Se trata del gorrión común (2016) y de la golondrina común (2014). Quien iba a imaginar que las poblaciones de estas dos aves tan… “comunes”, iban a ver disminuir sus efectivos hasta justificar su elección… 

Pues sí. A pesar de que el Ave del 2016, el gorrión común, es una especie abundante, está experimentado una tendencia negativa y según las estimaciones, ha sufrido una caída de más de un 10% en los últimos 15 años. En ciudades europeas como en Londres o en Praga la especie "prácticamente ha desaparecido". 

Lo preocupante de esto son las causas de este declive. ¿Qué les pasa a los gorriones, unas aves que al igual que las golondrinas viven junto al prolífico hombre y que no son víctimas en general de su ataque directo…? La especie elegida se enfrenta a un descenso de población asociado a la contaminación y a la ausencia de zonas verdes en las ciudades. En el campo, la despoblación rural o la agricultura intensiva, con su alteración química por herbicidas e insecticidas, han acabado con los invertebrados de los que se alimentaban

Diversos estudios destacan los beneficios de la presencia de los gorriones, pues ayudan a controlar plagas, dispersan semillas y son un indicador de la calidad ambiental. Paradigmático es el ejemplo de China en donde el exterminio de gorriones fue una acción política desarrollada durante el gobierno de Mao a partir de 1958, como parte de la “Campaña de las cuatro plagas” (moscas, mosquitos, ratones y gorriones). Según los cálculos, cada gorrión común, enemigo de la Revolución, devoraba 4,5 kg de grano al año, por lo que por cada millón de gorriones muertos, se podría alimentar a 60.000 personas que contribuyeran al proyecto denominado “Gran Salto Adelante”. Pero el gorrión comía más insectos que grano… y el daño causado por el aniquilamiento de millones de ellos dio lugar a una terrible plaga de langostas, contribuyendo a la “Gran Hambruna China” en la que perecieron hasta 30 millones de personas. Ni que decir tiene que hoy día el gorrión es un ave protegida en China y que se han hecho grandes esfuerzos por recuperar su población, aunque sin éxito, bien es lamentable verdad. 




Desde 1988, SEO/BirdLife ha declarado veintisiete especies del año. De entre ellas, solamente seis corresponden a rapaces diurnas, quizás las aves que podría considerarse más amenazadas por la acción humana y la degradación del medio ambiente. De estas seis especies, cuatro son objeto de encomiables programas de refuerzo y protección que por ejemplo, en el caso del águila imperial en la CAM (2000) han dado lugar a artificiosas sensaciones de salud ambiental. También progresan, lentamente, las poblaciones de quebrantahuesos (1990), cernícalo primilla (1993) y buitre negro (2010). 

Los casos del águila perdicera (2005) y el milano real (1998) son peores, preocupantes e inexplicables… Como se entiende que en la mencionada CAM el águila imperial haya alcanzado una población por encima de las cincuenta parejas (en los ochenta apenas había el doble en toda España) mientras la población de águila perdicera es anecdótica… al tiempo que en Castilla León ha desparecido de todas sus áreas excepto Los Arribes… La misma tendencia afecta al milano real.



Un segundo grupo de aves del año son seis especies ligadas a los medios acuáticos continentales. Incluye algunas especies de aves que no han sido nunca abundantes y que por una u otra razón se han rarificado hasta en algunos casos desaparecer. De hecho a muchas otras especies no incluidas les pasa lo mismo. Este es el caso de la cerceta pardilla (1997) cuyas poblaciones apenas se reducen a algunos humedales levantinos sin que el gobierno de la Comunidad Valenciana “haga mucho” al respecto…, pero igual pasa con el porrón pardo que no ha sido incluido. Por su parte, el otrora abundantísimo pato colorado (2008) ha disminuido en los humedales manchegos de manera alarmante. Otras especies incluidas son la garcilla cangrejera (1994), la focha cornuda (2002) o el escribano palustre (2009).


El caso del Martín pescador (1996) nos lleva de nuevo a una reflexión acerca de la contaminación del medio, en este caso los ríos y arroyos…, degradación que como ya mencionábamos más arriba, no se camufla con la puesta en marcha o incluso el éxito de “parches” o programas de conservación de especies emblemáticas. 

Cuatro especies marinas nos indican sin ser las únicas la alteración también de este medio. Se trata del paiño europeo (2007), el arao común (2003) y las pardelas balear (2001) y cenicienta (2013), curiosamente habitantes de los distintos mares que rodean nuestro país y los cuales sufren problemáticas semejantes. 



Otras cinco especies de aves esteparias y de monte enfocan con más énfasis el problema de la degradación del medio. Tenemos en primer lugar a la ortega (1988), especie que a diferencia de la ganga ha disminuido sus poblaciones hasta hacerse rarísima y difícil de observar. El caso de la avutarda (2004) es distinto, porque siendo un ave tan espectacular, se ha beneficiado de una moratoria de caza que le ha permitido prosperar en algunos enclaves protegidos. El problema de estas aves se debe a los cambios en las prácticas agrícolas en los que al mismo tiempo que se ha producido un abandono del campo, las explotaciones mecanizadas y extensivas han acabado con lindes donde protegerse, han producido roturaciones mecanizadas que acaban con áreas de nidificación y sobre todo han llenado los campos de herbicidas y pesticidas que acaban con su alimento. 

En un medio ambiente sembrado de productos químicos, no cabe duda de que "Glifosato", "Clorofacinona", "Bromadiolona" y otros venenos acaban en nuestra cadena alimenticia...


Lo mismo pasa con el mochuelo, este sí especie del año en 2011, antiguamente asiduo inquilino de cualquier majano, murete u olivar y ahora escasísimo. También la bellísima carraca (2012). Ambos son víctimas de la ausencia de lugares para nidificar, pero sobre todo de la falta de insectos…, lo mismo que los aguiluchos, los cernícalos y las lechuzas lo son de la ausencia de roedores, en un medio ambiente sembrado de productos químicos que no cabe duda acaban en nuestra cadena alimentaria.

Algunas especies representan problemáticas singulares, tal es el caso de la cigüeña blanca o común. Habiendo sido considerada ave del año en 1992, esta especie se ha beneficiado de la acción artificiosamente benéfica del hombre, incluyendo el aprovechamiento de nuestros basureros, para convertirse en abundante y en algunas zonas poner en peligro las poblaciones de anfibios y reptiles.

Por su parte, dos especies tan dispares como el urogallo (1999) o la tórtola común (2015) son víctimas del ataque directo del hombre. En el primer caso una persecución menos masiva pero sobre un ave muy sensible y que como en el caso de otra especie totalmente arisca a la presencia humana como es la cigüeña negra, ha condicionado la capacidad regenerativa de la especie hasta llevarla al borde de su extinción, a pesar de la tardía prohibición de su caza. En el segundo, la caza masiva de ejemplares, por cientos de miles anuales, a rarificado la especie hasta hacerla muy difícil de observar. 




El Ave del Año en definitiva, lejos de ser una cuestión sin importancia o de interés para unos pocos frikis aficionados a los pájaros, es un indicador de que algo en nuestro entorno anda mal.

El 20 de marzo se celebra en todo el mundo el “Día Mundial del Gorrión” (World Sparrow Day) una iniciativa de la Nature Forever Society de la India y otras organizaciones conservacionistas de todo el mundo para llamar la atención sobre la preocupante situación de la especie, cuya población sufre un preocupante declive. Siendo tal vez el conocido y familiar gorrión común, el ave que presenta una distribución más amplia de todo el planeta, su declive demográfico parece ser una muestra del preocupante deterioro de nuestro entorno más cercano y de nuestra propia calidad de vida.


En las imágenes, de arriba a abajo: Garcilla cangrejera, Gorrión común, Golondrina común, Aguila imperial, cerceta pardilla, Martín pescador, Mochuelo, Carraca y cernícalo primilla (Fotos Geopiedra).

miércoles, 6 de enero de 2016

Monthly Geological Pics

JANUARY 16

The Strait of Gibraltar



The Strait of Gibraltar is the cradle of civilizations and myths like Atlantis , which date back to the dawn of history, same as it hosts now another civilization of life enjoyment...
To the Greeks and Phoenicians the Strait marked the end of their travels, the "limits of the known lands” and the door to a new landless sea , huge and unknown, where they did not dare to enter. 
The sense of remoteness of this area from the Greek and Phoenician metropolis made ​​legends and myths related to the Strait and nearby regions to be extended across the Mediterranean from the earliest times.



 Europe's southernmost point in Tarifa's pigeon island.

For those who not only know but enjoy it, the " Strait” is synonymous of evocative thoughts ... : pristine beaches, dunes, whales, bird migration ... 


To others, possibly it evokes raft immigration and strong east winds...

Contrasts that are diluted to an univocal reality ... 
that is the Strait being, and never better said through land, sea and air, surely one of the most fascinating natural areas not only in Spain, not even in Europe, but we could say around the whole world… 

The Strait is not only the link between two continents. 
Beyond the exuberance of its mountains , its cetacean species inhabiting its waters or the biannual bird migration between Africa and Europe, it is antagonistic and primarily a geological boundary that separates them ... 
although it was not always so.

In fact, the Strait of Gibraltar is an area of such ​​geological complexity and controversy that we could devote an entire post to describe the ideas about its opening in the Miocene, as to the reasons for the 1755 Lisbon earthquake, the desiccation of the Mediterranean or the origin of his hard bathymetry ...

These and other curiosities await the traveler who comes to this natural passage between the Mediterranean Sea and the Atlantic Ocean, the border between Africa and Europe. Without a doubt a unique place in the world...

Satellite image from NASA available in Internet

Historia antigua…

El Estrecho en el pasado:
Hace 7,2 M. años, en el Mioceno, la zona del Estrecho actual se encontraba emergida y la comunicación por mar entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo se producía por el llamado Estrecho Rifeño, una profunda depresión situada entre el Atlas y la cadena del Rif llamada “Surco de Tazza”. Mucho tiempo después se abrió un segundo estrecho, el Estrecho Bético, en las actuales provincias de Sevilla y Córdoba. Éste era de aguas profundas y ricas en fauna, lo que explica la existencia de enormes ostras, dientes de tiburón y huesos de ballenas como los descubiertos en Montilla (Córdoba).

La desecación del Mediterráneo:
A finales del Mioceno, hace unos 5,8 M. años, los fondos marinos del estrecho progresivamente se levantaron y el Estrecho Bético se cerró por Murcia y Alicante creándose un profundo golfo que se iría colmatando poco a poco: el Valle del Guadalquivir.
El paso de las aguas interoceánicas quedó supeditado al Estrecho Rifeño que quedaría a su vez cegado por la emersión de la meseta marroquí a causa de movimientos tectónicos.
Esto provocó que el mar Mediterráneo se convirtiera en un gran lago, iniciándose lo que se conoce como la Crisis Salina del Mesiniense, un período de tiempo que se caracterizó por una evaporación del Mediterráneo casi completa y que provocó una acumulación masiva de sal en sus fondos marinos.
Durante la desecación, los principales ríos que desembocaban en el Mediterráneo, el Ebro, el Nilo o el Ródano excavaron profundas gargantas en los márgenes de la cuenca mediterránea, desembocando en lagos salinos situados en las partes más profundas, a más de un kilómetro y medio de profundidad.
El cañón del Estrecho:
La erosión producida por la inundación que reconectó el Atlántico con el Mediterráneo, hace unos 5,3 M. años produjo lo que se conoce como el “Cañón del Estrecho”. Lejos de la imagen figurada de unas impresionantes cascadas, el desnivel entre ambos mares dio lugar a un no menos espectacular torrente en el que el agua entrante erosionaba rápidamente el cauce, profundizándolo y excavando un valle en el fondo marino de al menos 200 km de longitud, desde el Atlántico hasta el centro del Mar de Alborán, unos 8 km de anchura y varios cientos de metros de profundidad, con batimetrías de -900 m. en la Bahía de Algeciras. 

Con caudales de hasta 500 veces el del río Amazonas y corrientes de 100 km/hora, el Mediterráneo se pudo llenar en tan sólo unos 2 años.

La historia reciente…
La Atlántida:
Hace entre 14 y 8 mil años, durante el último periodo glaciar, el Würm III que congeló los mares y océanos disminuyendo su superficie y su nivel hasta unos 120 metros por debajo del actual, el umbral submarino de Espartel o Banco de Majuán, en la actualidad a una batimetría de -56 m emergió como una isla en mitad del Estrecho. Con el fin del período glaciar el mar subió y Espartel quedó sumergida. Fuertes terremotos y maremotos acabarían definitivamente con la isla que quedó bajo las aguas para siempre. Platón habría conocido la historia de esta isla, y se habría inspirado en ella para crear el mito que ha llegado hasta nosotros como la Atlántida.

Umbral batimétrico de Camarinal. Tomado de: “Study of the generation and propagation of internal waves in the Strait of Gibraltar…” Brandt, P., Alpers, W. & Backhaus, J. O., J. Geophys. Res., 101, (1996).

El terremoto de Lisboa:
Las zonas de subducción son los lugares donde una de las placas tectónicas de la Tierra se introduce por debajo de otra, produciendo a menudo algunos de los terremotos más fuertes del mundo… En el Estrecho existe una capa en la parte norte de la placa africana que subduce muy lentamente bajo Europa. Esta capa corresponde al manto terrestre (y a parte de la corteza superior), a lo largo de la cual se produce algo similar a una "bisagra", estirando la corteza por encima de ella. El resultado de esta dinámica son los terremotos como el de Lisboa, o más recientemente el de Alhucemas (Feb 2004) de magnitud 6,3.

sábado, 2 de enero de 2016

El “Observatorio” de La Marmota


Presentamos en este post una nueva ruta por tierras de Madrid… 
No es la primera y no será la última... razones hay y razones tengo. 
La ubicación geográfica de la Región de Madrid, ocupando el centro de la península ibérica, no sólo ha influido en el devenir de su historia sino también en su diversidad ecológica al abarcar en una zona no muy amplia una rica variedad de ecosistemas.


Ruta al Cerro de La Marmota

El paraje que describimos, situado en el término municipal de Colmenar Viejo se encuentra al pie de la Sierra de Guadarrama y a pocos kilómetros de Madrid, en un enclave de gran valor paisajístico, dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Mirador privilegiado, el Cerro de La Marmota es el destino de esta jornada. Un modesto destino si nos atenemos a su escasa altitud (791m) y a su fácilmente accesible posición, pero una destacada atalaya, sobre el Monte de El Pardo a su pie, desde el que podemos observar la inestimable riqueza de este paraje natural.

Desde el pico de la Marmota, mirador natural inmejorable, podemos escuchar desde el cercano Monte del Pardo los bramidos del ciervo en la berrea otoñal, o podemos también observar a las aves más preciadas del monte mediterráneo, pasando cerca volando a vela, o posadas en las orillas del embalse del Pardo.


¿El porqué de esta destacada atalaya…?

Al norte de una línea que atraviese de noreste a suroeste el término municipal de Colmenar Viejo, encontramos las rocas de la sierra, granitos y gneises plutónicos y metamórficos, mientras al sur encontramos sedimentos terciarios formados por la erosión de estas rocas. Aunque podamos calificar esta línea de imaginaria, no es menos cierto que responde a una falla cabalgante que limita el bloque de la Sierra, levantándolo sobre la fosa del Tajo…

«… el granito, completamente milonitizado y cabalgando algo sobre los aluviones miocenos... Este fenómeno no es un hecho aislado, pues lo he podido observar en varios puntos, tales como la cuesta de Galapagar..., y en El Pardo, al pie del cerro de la Marmota”… (Royo y Gómez 1934)…
Desde el polígono al sur de Colmenar arranca el camino de la Marmota, una vía pecuaria que discurre junto a prados desarbolados y que una vez acabada la zona urbana y el asfalto, resulta agradable en primavera y otoño, aunque larga de caminar. El camino discurre entre pequeñas colinas donde se alternan los pastos con ganado y pequeñas masas de arbustos. Es sin embargo innecesario el andarlo si lo que queremos es acercarnos de manera más directa al cerro, puesto que podemos recorrerlo en coche.

El camino cruza bajo un antiguo canal procedente de una central eléctrica situada en la cola del embalse del Pardo. Llegados a una precaria explotación ganadera, el camino de tierra por el que venimos se estrecha e inicia el descenso hacia el valle del Manzanares. La vegetación de las laderas, ahora más abruptas, cambia a un matorral, en el que predominan los enebros y las encinas, a los que acompañan jaras y plantas aromáticas como el romero, el cantueso, y la mejorana.

Unos 500 metros después de esta finca con ovejas, el camino se bifurca. Debemos coger por la izquierda, en sentido ascendente, ya que por la derecha, en descenso, nos llegaríamos hasta el puente dieciochesco de la Marmota, sobre el río Manzanares. El trecho que vamos a recorrer hasta el final del tramo es de singular belleza por la presencia de un tupido enebral. Ya hemos llegado a La Marmota. En su cima vemos una caseta de piedra que formaba parte de las instalaciones de la antigua central eléctrica de la Marmota, ubicada junto al cauce de río Manzanares y hoy en día abandonada.



El "Observatorio" de La Marmota

La edificación, grande y con amplias aberturas, otrora ventanales, se abre a un paisaje impresionante, con el embalse del Pardo en primera instancia y Madrid al fondo. El límite del Monte del Pardo dibujado por una densa dehesa de encinas que aún se encuentra en su estado casi original se asemeja a una llanura africana, por la que se ve deambular una abundante población de ungulados y piaras de jabalís. Faltan claro está los grandes depredadores.

Sin duda merece la pena pararse a disfrutar de estas vistas en un sitio 
apacible y sin embargo tan cercano a la gran y ruidosa urbe. Desde aquí es posible escuchar la berrea de los ciervos o la ronca de los gamos en la época de celo ( septiembre-octubre), en la que el ciervo macho haciendo gala de su gran cornamenta ramificada y lanzando al aire sus berridos, intenta ganarse los favores de las hembras. Sin ser necesaria mucha suerte, podemos divisar alguno de estos vistosos animales cuando se acercan a las márgenes del embalse a abrevar.

También es un buen lugar para, prismáticos en mano, observar el vuelo del águila imperial, una de nuestras aves más amenazadas, la cual nidifica en las copas de las encinas del vecino Monte del Pardo. Junto a ellas sobrevuelan la zona aves carroñeras como los buitres leonado y negro.

En las orillas del embalse es también frecuente observar a las escasas cigüeñas negras, en sus concentraciones premigratorias, hacia el mes de septiembre. Grullas, garzas y a veces incluso aves más singulares como los flamencos o las espátulas pueden ocasionalmente parar en sus aguas.

En lo que se refiere a la avifauna, también podemos encontrar en nuestro paseo una gran variedad de pequeños pájaros, desde los más fáciles de observar petirrojos, carboneros o pinzones, hasta ruiseñores, currucas o colirrojos, todos los cuales nos deleitarán con sus alegres trinos. 

                                                      El Monte de El Pardo

El Monte de El Pardo con una superficie de 15.351 Ha, es una magnífica muestra del encinar carpetano, con bosques adehesados de encina, alcornoques dispersos y enebros de la miera. No se encuentra dentro del PRCAM, aunque colinda con él y está gestionado por Patrimonio Nacional.

Está prohibida la visita a la mayor parte de su territorio, razón por la que aunque su vegetación está bastante degradada debido a una pésima gestión de la población de ungulados, entre su fauna se han conseguido mantener especies sensibles a la presencia humana.

Así, entre las aves, destaca fundamentalmente el águila imperial, cuya población en la CAM es artificiosamente notable. Por desgracia, otras especies de aves como el buitre negro o la cigüeña negra aunque se dejan ver, ya no crían en el Pardo.

Tampoco se mantiene ninguna población de lobo ni lo que es más penoso de lince, el felino más amenazado del mundo y cúspide del hábitat representado en el Monte mediterráneo de El Pardo. Es lamentable que la región más rica de España no haya considerado la reintroducción de esta joya, como hacen otros territorios peninsulares de España y Portugal, con peor que mejor fortuna.


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