Entre Aragón y Cataluña, el desfiladero de Mont-rebei separa de norte a sur la sierra del Montsec, primera gran formación del Prepirineo catalán. El río Noguera Ribagorzana cruza esta sierra creando un inmenso conjunto de paredes verticales, en un anfiteatro de acantilados impresionantes.
Desfiladero, congosto, hoz, foz, nombres todos que definen lo mismo en distintas zonas de nuestra geografía y que se refieren siempre a un paisaje impresionante y sobrecogedor.
En Mont-rebei, el río Noguera Ribagorzana discurre por el fondo de un cañón de hasta 500 metros de altura, con lugares en donde la anchura no pasa de 20 metros. Es uno de los últimos grandes desfiladeros de España en estado casi intacto y que a la vez se puede visitar con facilidad. Solo lo atraviesa un camino de herradura excavado en la roca, el cual permite disfrutar de este lugar.
El “Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei” discurre por un entorno privilegiado que permite disfrutar de un excepcional patrimonio natural, histórico, artístico y cultural en una zona rebosante de vida que ofrece una panorámica diferente en cada época del año.
El “Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei” discurre por un entorno privilegiado que permite disfrutar de un excepcional patrimonio natural, histórico, artístico y cultural en una zona rebosante de vida que ofrece una panorámica diferente en cada época del año.
Tras la guerra civil comienza el éxodo a los centros industriales catalanes, desapareciendo en pocos años poblaciones enteras y quedando el resto diezmadas.
En 1960 la construcción del embalse de Canelles fue el golpe final para muchos pueblos que vieron inundadas sus tierras más fértiles y sus caminos tradicionales. El “Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei” reestablece la conexión entre las dos márgenes del Noguera Ribagorzana, en la cola del embalse de Canelles, articulando la red de senderos y caminos tradicionales en ambos lados.
En 1960 la construcción del embalse de Canelles fue el golpe final para muchos pueblos que vieron inundadas sus tierras más fértiles y sus caminos tradicionales. El “Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei” reestablece la conexión entre las dos márgenes del Noguera Ribagorzana, en la cola del embalse de Canelles, articulando la red de senderos y caminos tradicionales en ambos lados.
El embalse de Canelles, construido en 1960 para producir energía eléctrica, es el segundo embalse del Ebro con 679 hm3 de capacidad y 1.569 ha de superficie que se prolongan a lo largo de 30 km del río. A la pesca en el embalse se añade la posibilidad de realizar rutas náuticas, visitar la central/presa de Canelles o adentrarse en la cueva Negra de Tragó de Noguera, de casi 1 km de profundidad. La comunicación con la red de senderos existentes en ambas orillas facilita el conocimiento sosegado del territorio y el acceso a despoblados como Montfalcó, Fet, Finestras o Mas de Carlets, interesantes vestigios de un pasado reciente que invitan a reflexionar sobre la dificultad del desarrollo rural en el mundo actual.
Entre el antiguo pueblo de Montfalcó, hoy deshabitado excepto por la Casa Battle (rehabilitada y convertida en albergue), y el Centro de Información de La Masieta, en Puente de Montañana, el “Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei”, recorre un itinerario lineal de 6 km de longitud por una de las zonas más atractivas del valle del río Noguera Ribagorzana, frontera natural entre Aragón y Cataluña.
Los primeros 600 m hasta la fuente de Montfalcó coinciden con un paseo botánico interpretado que aporta información sobre la flora y la fauna del lugar. El Camino Natural continúa su recorrido hacia el barranco de la Tartera, recuperando el trazado del camino tradicional que servía de acceso a los terrenos cultivados de la zona, perdido con el paso del tiempo y los trabajos de repoblación forestal llevados a cabo en la zona en los años 60.
El camino continúa bajando sinuosamente entre el pinar para llegar a la primera pasarela, anclada sobre la pared de roca que ha de superar, ofreciendo unas magníficas vistas al caminante. El trazado continúa ascendiendo hasta una nueva pared rocosa de menor porte que se bordea sin dificultad para dirigirse hasta los pies de la segunda pasarela sobre roca. Una vez recorrida, el Camino Natural se dirige hacia el congosto del Siegué, donde un puente colgante salva los 35 m que separan las dos orillas del embalse de Canelles. A partir de aquí el camino encara su último tramo, ganando altura progresivamente hasta conectar con el “sendero histórico” GR 1 y adentrarse en el congosto de Mont-rebei.
GEOLOGÍA: La sierra del Montsec forma parte del conjunto de Sierras Exteriores del Pirineo Central, elevándose como una potente estructura anticlinal de unos 40 km de longitud, cortada por los ríos Noguera Ribagorzana y Noguera Pallaresa que forman en sus cursos medios abruptos escarpes y barrancos encajados.
El relieve de estas montañas prepirenaicas está formado por unos estratos de constitución caliza, alternando con zonas margo-arcillosas , que forman uno de los más importantes contrafuertes del Pirineo.
El origen del Montsec es fruto de formaciones alóctonas. La cuenca sedimentaria de los materiales que lo conforman estaba situada entre 20 y 50 km. más al Norte y como consecuencia de la orogenia alpina, al levantarse el Pirineo durante el Eoceno, se formaron dos mantos de corrimiento que se desplazaron hacia el Sur. En esta zona tenemos rocas que presentan, sin muchas interrupciones sedimentarias, un periodo de tiempo entre los 248 y los 65 M.A., esto es una serie estratigráfica bastante completa de todo el Mesozoico, con una buena representación faunística, a partir de la cual correlacionar series estratigráficas mesozoicas incompletas de otros lugares.
El yacimiento de calizas micríticas del Montsec, descubierto por el ingeniero de minas Vidal al final del siglo XIX ha suministrado gran cantidad de fósiles de peces, anfibios y reptiles y es de mucha importancia, equiparándose a los alemanes de Solnhofen y franceses de Cerin. Estos sedimentos representan una facies continental de un paraje del Cretácico superior, hace unos 135 millones de años.
El Montsec es una sierra única y conviene protegerla en todos sus aspectos, porque, si el geológico es muy importante, el marco biológico completa una obra irrepetible que es nuestro deber preservar.
Los primeros 600 m hasta la fuente de Montfalcó coinciden con un paseo botánico interpretado que aporta información sobre la flora y la fauna del lugar. El Camino Natural continúa su recorrido hacia el barranco de la Tartera, recuperando el trazado del camino tradicional que servía de acceso a los terrenos cultivados de la zona, perdido con el paso del tiempo y los trabajos de repoblación forestal llevados a cabo en la zona en los años 60.
El camino continúa bajando sinuosamente entre el pinar para llegar a la primera pasarela, anclada sobre la pared de roca que ha de superar, ofreciendo unas magníficas vistas al caminante. El trazado continúa ascendiendo hasta una nueva pared rocosa de menor porte que se bordea sin dificultad para dirigirse hasta los pies de la segunda pasarela sobre roca. Una vez recorrida, el Camino Natural se dirige hacia el congosto del Siegué, donde un puente colgante salva los 35 m que separan las dos orillas del embalse de Canelles. A partir de aquí el camino encara su último tramo, ganando altura progresivamente hasta conectar con el “sendero histórico” GR 1 y adentrarse en el congosto de Mont-rebei.
GEOLOGÍA: La sierra del Montsec forma parte del conjunto de Sierras Exteriores del Pirineo Central, elevándose como una potente estructura anticlinal de unos 40 km de longitud, cortada por los ríos Noguera Ribagorzana y Noguera Pallaresa que forman en sus cursos medios abruptos escarpes y barrancos encajados.
El relieve de estas montañas prepirenaicas está formado por unos estratos de constitución caliza, alternando con zonas margo-arcillosas , que forman uno de los más importantes contrafuertes del Pirineo.
De todas las cordilleras prepirenaicas exteriores, la Sierra del Montsec es la que se puede considerar la representación más típica. Su topónimo "monte - seco" debe interpretarse como "monte – cortado o acantilado" , que guarda relación con su aspecto más característico.
Los agentes modeladores del relieve han esculpido las espectaculares riscos y han dado lugar a las numerosas y diversas formas del modelado kárstico. Los cortes efectuados por el Noguera Pallaresa y el Noguera Ribagorzana en su transcurso por la sierra han formado los desfiladeros epigénicos de ambos ríos, los cuales,junto a los riscos, imprimen en la sierra buena parte de su personalidad
Extraído de: Geología del Montsec, Pere Casals y J. Muñoz (87)
El origen del Montsec es fruto de formaciones alóctonas. La cuenca sedimentaria de los materiales que lo conforman estaba situada entre 20 y 50 km. más al Norte y como consecuencia de la orogenia alpina, al levantarse el Pirineo durante el Eoceno, se formaron dos mantos de corrimiento que se desplazaron hacia el Sur. En esta zona tenemos rocas que presentan, sin muchas interrupciones sedimentarias, un periodo de tiempo entre los 248 y los 65 M.A., esto es una serie estratigráfica bastante completa de todo el Mesozoico, con una buena representación faunística, a partir de la cual correlacionar series estratigráficas mesozoicas incompletas de otros lugares.El yacimiento de calizas micríticas del Montsec, descubierto por el ingeniero de minas Vidal al final del siglo XIX ha suministrado gran cantidad de fósiles de peces, anfibios y reptiles y es de mucha importancia, equiparándose a los alemanes de Solnhofen y franceses de Cerin. Estos sedimentos representan una facies continental de un paraje del Cretácico superior, hace unos 135 millones de años.
El Montsec es una sierra única y conviene protegerla en todos sus aspectos, porque, si el geológico es muy importante, el marco biológico completa una obra irrepetible que es nuestro deber preservar.
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