viernes, 10 de julio de 2015

Aves en el Mar Menor / Bird-watching in La Manga

En plena época estival, la gran mayoría de quienes visitan un lugar como el Mar Menor jamás sospecharían que con todo el trasiego de coches, los edificios en primera y sucesivas líneas de costa y los chiringuitos en la misma playa, pueda existir, más allá de los bañistas con sus toallas y sombrillas, vida natural digna de mención…

Y sin embargo, aún con el alto listón que ponen los parques naturales levantinos, desde la valenciana Albufera hasta El Hondo alicantino, basta informarse para descubrir un lugar en el norte de Murcia que bien merece una visita ornitológica: El Parque Regional de las Salinas de San Pedro del Pinatar.

(Gaviota patiamarilla - Flamenco rosado - Pagaza piconegra)

Las Salinas de San Pedro, junto con Las Encañizadas, el paso natural de intercambio del agua entre el Mar Mediterráneo y el Mar Menor, constituyen una superficie singular, situada entre ambos mares, dedicada a la explotación salinera desde tiempos de los romanos, y que conforma un paisaje de estanques, diques o motas, dunas y pinares. Se extiende a lo largo de una franja litoral de unos 6 km, con una extensión de 856 has, en los municipios de San Pedro del Pinatar y de San Javier (Murcia).


Un Paisaje transformado por el hombre: 

Las Salinas de San Pedro son el resultado de la transformación de una antigua zona de marismas generada por los aportes de una rambla en el norte del Mar Menor. Están separadas del Mar Mediterráneo por la estrecha franja de dunas de la playa de la Torre Derribada, con una altura de tres metros y en gran parte fijadas por una vegetación de gran interés botánico:

La oruga de mar y el cardo marítimo ocupan las zonas más expuestas, mientras por detrás, fijando las dunas gracias a sus largos y abundantes rizomas, están el barrón, el cuernecillo de mar y la azucena de mar. En las dunas más estables, con más nutrientes y más protegidas del viento marino, se desarrolla el matorral mediterráneo, con especies como el lentisco y el espino negro.

En las charcas salineras se desarrolla el carrizo por intrusión de agua dulce. Entre las dunas y las charcas salineras se desarrollan saladares y juncares. La playa está sometida a continuos cambios debido a los aportes de materiales arrastrados por las olas y por el viento. 
(Arriba Avoceta y Cigüeñuelas, Abajo, Tarro blanco)

Las encañizadas, son una zona de aguas someras y fondos fangosos con abundantes restos de algas y plantas marinas arrancadas de los fondos próximos de ambos mares. Su carácter apenas sometido a las mareas es muy escaso en el Mediterráneo. 

An Oasis for water birds:

The singularity of the MAR MENOR has one of its props in the aquatic birds. The great surface of the lagoon and its surrounding wetlands show so big environmental variety that allows the presence of a great quantity and variety of birds. That is why it accumulates diverse protection figures, from Regional Park or Protected Landscape to Specially Protected Bird Area, and accumulates the consideration of Wetland of International Importance by virtue of the Ramsar Convention on Wetlands.

82 species of waterfowls have been mentioned in these wetlands up to the date. The

best and most interesting groups represented are the waders, with several families as the recurvirostridae, the charadridae or the scolopacidae. Also sea swallows or terns, belonging to the family sternidae are numerous. Other interesting families are those of gulls, ducks and herons. The flamingo is the emblem of the Regional Park.

The points of major bird concentration are the three salt pans existing in the surroundings of the lagoon: San Pedro, Marchamalo and Rasall. Though artificial wetlands, they offer food and place of rest for many species. Besides, in the pond separation dykes and in the surrounding vegetation numerous breeding colonies are established during the spring.

(Colonia y ejemplar en vuelo de Charrancito)

Rutas y Observatorios

El valor fundamental de este paraje, además del escénico, es su avifauna. Así, frente a los molinos y torres vigías y por delante de un paisaje de montañas blancas de sal y charcas azules, blancas y rosadas, podemos disfrutar de una variedad de especies acuáticas, entre las que las más destacadas son las importantes colonias nidificantes de avocetas, cigüeñuelas, chorlitejo patinegro, charrancito y pagaza piconegra, que han motivado que esta área protegida haya sido declarada ZEPA y se haya incorporado a la Red Natura 2000.

Para conocer las rutas y observatorios, lo primero y mejor es ir al Centro de Visitantes de Las Salinas, situado a la entrada del Parque. 
(Arriba Flamencos y Cigüeñuelas  - Abajo Zampullín cuellinegro con pollos)

Las cuatro rutas existentes de corto recorrido son las de la Charca de Interpretación y Pinar del Coterillo, la de las Charcas Salineras, la de los Carrizales y sector del canal perimetral, y la Ruta Los Molinos, Encañizadas y Punta de Algas, mientras que una ruta de largo recorrido comienza en el Centro de Recursos Marinos y Humedales del Litoral y termina en el Molino de Quintín, en Lo Pagán.
Recorrerlas despacio y con la atención puesta en las aves que vuelan o nadan a nuestro paso nos permite descubrir las distintas especies, convenientemente con ayuda de unos prismáticos. Un recorrido a primera hora de la mañana o a última de la tarde constituye un lúdico e interesante complemento a las más tradicionales actividades estivales. 

Con más tiempo y ganas, pasar un rato en alguno de los cuatro observatorios de aves permite descubrir un mayor número de las aves acuáticas que pueblan la zona, así como contemplar su actividad reproductora y alimenticica.

(Map of the San Pedro del Pinatar wetland park - North is to the left)

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