miércoles, 24 de junio de 2015

Unamuno y Gredos (GREDOS I)

Excursión al Morezón

A diferencia de otras excursiones más tradicionales, la subida al pico Morezón de Gredos (2.393m) es un paseo sencillo, de apenas dos horas de subida hasta un punto..., el mejor, en donde podemos admirar en toda su magnitud el impresionante Circo de Gredos... 

El camino al Morezón, como una gran parte de las excursiones en Gredos, comienza en el aparcamiento de la Plataforma de Hoyos del Espino...

A contracorriente de una secular historia en la que hombre y montaña se habían ignorado, la figura del gran Unamuno representa el umbral en una relación desconocida entre los hombres y la alta cordillera. En efecto, en él se personifica una nueva generación, que surge casi con la llegada del siglo XX y para la que la sierra ejerce una impulsiva atracción.

Montañeros, geógrafos, botánicos e intelectuales, e incluso espíritus ilustrados en los que se mezclan diversas inquietudes, recorren admirados los circos y gargantas de Gredos y alcanzan las cimas que permanecían sin conquistar.





Siguiendo el camino empedrado, sin posible pérdida y sin gran esfuerzo... llegaremos hasta el Prado de las Pozas, frente a las paredes de roca en donde es posible ver a uno de los pájaros más bonitos que habitan en esta zona: el Roquero Rojo.


Seducido por la profunda libertad que experimentaba entre sus cumbres graníticas, Miguel de Unamuno le describió magistralmente al mundo e incluso le cantó, las emociones, los sentimientos y las plenitudes con que la sierra llenaba su alma, en antagonismo con toda esa ramplonería, mediocridad, mentira y cinismo que detestaba en los pueblos y las ciudades del llano…

“He estado hace pocos días en los altos de la Sierra de Gredos, espinazo de Castilla…, traigo el alma llena de la visión de las cimas de silencio y de paz y de olvido… Qué silenciosa oración allá, en la cumbre, al pie del Almanzor!...”.

Antes de cruzar el puente sobre el arroyo de las pozas, tomaremos la ladera herbosa por la izquierda... entre piornos en flor si el momento es el correcto. Entre los pájaros que vuelan a izquierdas y derechas: acentores, escribanos o collalbas, en lo más alto de algún piorno podremos distinguir a los pechiazules marcando su territorio, otra joya del alto Gredos... 


El pensamiento unamuniano, místico y trascendente, supo descubrir aquí la pureza, la austera belleza, la inmutabilidad y la esencia de su profundo concepto de la patria española:

“Este es tu corazón de firme roca 
Altar del templo santo! 
de nuestra tierra entraña, 
este es tu corazón que al cielo toca, 
tu corazón desnudo, 
mi eterna España que busca el sol.”

Durante toda su obra se suceden las alusiones y la añoranzas de esta sierra que cautivó su espíritu:

“Gredos, que en la robusta primavera de mi vida, 
llenó de alma el vaso, 
con visiones de gloria que hoy repaso, 
junto a este mar que canta lagotera.”




Alcanzado el punto en donde damos vista a la falda sur, seguiremos a nuestra derecha, para caminar sin ninguna dificultad por la base final del pico Morezón, hasta alcanzar su cumbre. 

El premio es la mejor panorámica del circo de Gredos, cerrado por la línea de cumbres del Almanzor y el Ameal y al pie, la Laguna Grande y el refugio. 

En este tramo es fácil que podamos observar al habitante más emblemático de Gredos: la cabra montesa, como este viejo macho de cuernas poderosas. 

A lo lejos, los excursionistas alcanzan la cumbre del Almanzor, bajo la atenta mirada de las lagartijas carpetanas. 

Emocionadas reflexiones que han guiado los pasos y han estimulado los relatos sagaces y ágiles de Camilo José Cela, vagabundo en estas tierras en los años 50...: 

“El vagabundo que ama a Gredos desde todos los rincones, certifica que la repentina y violenta vista de la sierra desde la cuerda del Cuento y después de haber bebido fuerzas en la pura fuente de los Colgadizos, es algo que no se olvida jamás… A Gredos, un poeta cantor del Tormes, don Miguel de Unamuno, le llamó espalda de Castilla. El Tormes gusta de ver, de oler y de tocar desnuda la espalda de Castilla, quizás para después contarlo – ya pícaro y fanfarrón: el pecho hinchado y la mirada sabia – a los atónitos escolares llenos de ideas y a los resignados y añorantes maestros de la dorada Salamanca…”.



…que han precedido a la prosa apasionada y colorista de Luis Cortés Vázquez, catedrático, como su maestro, en Salamanca: “La impresión del castellano leonés al dar vista a la vertiente sur, es siempre de admirado asombro. Diríase que avanzamos de golpe mes y medio en el tiempo. Cuando los campos salmantinos duermen aún temerosos de las heladas tardías, Extremadura estalla lujuriosamente con millares de flores en alborozada y pujante madurez…”.

…que han inspirado la descriptiva y expresiva narración del poeta Dionisio Ridruejo: “No sabemos decir si el circo es la cabeza o el corazón de Gredos, su encumbrado cogollo. Es también su riñón si se juzga por la forma de la laguna que queda en su interior y que vista desde lo alto, rodeada de murallas y picachos salvajes, parece una lágrima en el centro de una rosa de piedra…”.


O que han iluminado los evocadores y nostálgicos recuerdos de Josefina Carabias, escritora enamorada de su tierra: “Un día que alguien hablaba con asombro de las murallas de Ávila –que yo no conocía todavía– uno de mis viejos paisanos, dijo señalando a nuestra joya de piedra envolvente: –Sí…, pero las murallas de Ávila las hicieron los hombres y en cambio, esta muralla azul que nos rodea a nosotros y nos protege, nos la hizo Dios–. Quien dio esa respuesta no había leído a Unamuno. Tal vez le había visto por allí, como lo vi yo, de muy niña, en el propio Arenas, contemplando el circo de Gredos desde abajo, después de haberlo recorrido años antes por sus más altas cimas”…





En la bajada, serán fáciles de encontrar atractivas pozas en las que sentarse a disfrutar del refrescante curso del arroyo o, directamente, de un baño vivificador, bastante helado, por cierto... 



 Plano descriptivo de la ruta de la excursión al Morezón... extraído de:  http://jamakukoviajero.blogspot.com.es/2015/02/sierra-de-gredos-subida-al-morezon
Pero en tiempos anteriores, los hombres ajenos al concepto estético del paisaje, apenas si se habían adentrado, garganta arriba por los altos riscos de Gredos; quizás solo algunos pastores y cazadores llegaron esporádicamente hasta sus circos y portillas; la sierra era cuna de leyendas y motivo de bellos romanceros medievales. Y entre tanto olvido el emperador Carlos, eligió las faldas de Gredos, el monasterio de Yuste, para ejercitar su alma al tránsito y al juicio de Dios; 350 años habrían de pasar hasta que de nuevo un monarca, Alfonso XIII fijara en estas montañas su regia atención.

Coto Real de Caza, planes felizmente abortados de promover un importante complejo de esquí y una siempre pendiente declaración del macizo central como Parque Nacional, son los más recientes episodios de la historia de Gredos… Una historia que se pierde en la noche de los tiempos y en la que no debemos dejar de estar presentes. 


En la alta montaña, las nubes de evolución pueden pronto cerrar el cielo, así que un buen madrugón siempre es un "valor seguro" que nos permite disfrutar en solitario de la cumbre, dormir una buena siesta en la pradera y estar de bajada cuando más apriete el calor... y al anochecer, dormir satisfechos de un día bien aprovechado.

2 comentarios:

  1. Preciosa excursión amigo!!!... lamento no haberte podido acompañar esta vez!!!

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  2. No es el primer escrito de Unamuno teniendo como base la naturaleza y mas aun los pajaros.
    De que personajes se rodearoa que le hacian tener esas aficoones?

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