La luz de la mañana me dijo que mi hermano Francisco hace tres días que no trabaja. ¿Murió?...
Sólo sabemos que se fue, diciéndonos: Hacedme un duelo de labores y esperanzas. Sed buenos y continuad con vuestras vidas.
Sí, amigos, llevad su cuerpo a la Sierra de Guadarrama y enterradlo bajo una encina.
En esos campos soñaba el maestro con el renacer de España.
En el centenario del fallecimiento de Francisco Giner de Los Ríos, 18 de febrero de 1915:
Giner fundó junto a otros profesores liberales la Institución Libre de Enseñanza (1876), desde la que defendía una educación humanista, liberal, en coeducación, sin exámenes memorísticos, sometida al método científico (por tanto, una escuela no dogmática) y en permanente contacto con la naturaleza.
El sueño de Giner era lograr un país de hombres libres dirigidos por hombres libres, bien formados intelectualmente. Un país de “hombres buenos”, es decir, bondadosos y trabajadores, como Giner y como el propio Machado. Entre los pinos, las encinas, los montes y barrancos, en esas tierras del ancho Guadarrama a donde Giner llevaba de excursión a los alumnos de la I.L.E., el maestro soñaba con una España diferente: una España de hombres libres, tolerantes y pacíficos.
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