Sino el curso de la vida un año más... el florecimiento de los cantuesos en el aire cálido pos invernal, el olor de las jaras en flor, el zumbido de los insectos libando.
El canto del triguero macho, repetitivo hasta la saciedad, es un reclamo corto al que sigue un tintineo que se acelera, como el de una canica que rebotara de cada vez menor altura. Un canto fuerte emitido desde cualquier posadero, poste o alambrada, durante la época de cría, mientras la hembra está incubando en el nido.
Una indicación de que es buena hora de estar en el campo, de fundirse y formar parte de esa naturaleza ahora bondadosa.
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