La Catedral de Justo
… yo me imagino que cuando un ciudadano ilustrado del medievo, veía la catedral de su ciudad en construcción, posiblemente se preguntaría, no ya si él la vería terminada… seguro que no, sino si alguna vez la catedral estaría terminada.
Hasta hace bien poco, la propia y famosa Sagrada Familia de Barcelona iba por el mismo camino… y si no fuera por la epidemia turística que aqueja al mundo, no se habría producido el impulso de inversión que permitirá terminarla en pocos años.
A los constructores de catedrales se les describe como personas con una desbordante capacidad de imaginación y una irrefrenable voluntad de hacer realidad su obra, mucho más allá de cualquier atadura que pusiera límites, técnicos o económicos, a su grandeza… y todo ello movidos por un impulso de alabanza a Dios…
De hecho, la experiencia mística consistía en la propia acción de construcción, como para otros era la acción caritativa, la acción ritual o incluso la acción de armas, y la catedral acabada no era un fin en sí mismo. En este sentido, la rapidez con que actualmente se avanza en la construcción de la obra de Barcelona es, desde este punto de vista, una aberración conceptual que responde al fin mercantilista por el que se ha producido el acelerón. No deja de ser paradójico que la Sagrada Familia la financien actualmente turistas a los que lo mismo les da visitar una Catedral Católica que el estadio Bernabéu o el palacio de Versalles, según el viaje que toque.
Escalera al cielo, quizás... esta es la vida y la obra de Justo Gallego
Sin embargo, existe en España otra obra colosal, en el sentido catedralicio, modesta si se quiere, pero en la que se da igualmente cita lo más humano de los mejores maestros constructores de catedrales. Se trata de la ya famosa Catedral de Justo, en Mejorada (Madrid).
Justo Gallego, que ese es su nombre, aunque sin duda con la ausencia del bagaje técnico de un devoto hombre del campo, y sin ninguna financiación externa al carecer su obra de cualquier promotor que no sea él mismo… no carece en cambio de la misma determinación, el mismo tesón, la misma paciencia y sobre todo la misma fe.
Taller y oficina en una de las dependencias de la construcción
Reconozco que yo, como tanta gente, supe de esta maravilla por el famoso anuncio de Aquarius, que asociaba esas virtudes del constructor con las de la bebida que anunciaba. Pasó el tiempo y un buen día, me acerqué a conocer tanto la obra como al autor. No me imagino visitando una obra de Calatrava y que te reciba el propio arquitecto. Años después, he vuelto de nuevo y de esta segunda visita proceden las fotos de este post. A Justo Gallego, con ya muchos años a las espaldas, no es fácil verle… pero no importa…
Lo importante es la catedral. Podemos enfocar nuestra visita como admiración del impulso de su autor. Además nos puede abordar la imagen grandiosa del conjunto y, ayudados por algunas reproducciones, imaginárnosla cuando esté terminada y también podemos fijarnos en las soluciones de construcción artesanal, con materiales reciclados. Todo ello rayando la ilegalidad, sin proyecto conocido, sin cálculos estructurales, sin controles de calidad y sin factores de seguridad conocidos…
Difícil dicotomía esta última para los políticos regidores de la localidad en donde se construye. Una población hasta hace nada industrial y ahora más o menos residencial del extrarradio de Madrid, sin un nombre que se conozca por ningún valor turístico destacable, y en la que si los domingos acude algún número de personas que se dejan algún duro en un aperitivo o en comer es por la Catedral de Justo.
Miles de personas pasan a diario sobre la catedral de Justo... sin sospecharlo.
Justo tiene ya, según parece, 91 años. No solo no está lejano el día en que cese su impulso constructor, por razones obvias, sino que hoy día ya apenas puede él mismo dedicar el tiempo de su propia cuenta atrás a mover un ladrillo. Aunque en los últimos años algunas personas le ayudan a encontrar alguna financiación y a continuar con la obra, yo, como un atemporal ciudadano del medievo, me pregunto qué será de la Catedral de Justo en el futuro.
Historia de la Catedral de Justo:
La historia de la Catedral de Justo, es paralelamente, la historia de Justo Gallego. Nacido en 1925, Justo es un hombre de vocación religiosa que, monje en el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta (Soria), tuvo que renunciar a los votos por culpa de una tuberculosis.
Su impulso de fe le decidió entonces a construir una gran obra de alabanza a Dios, la cual se situaría en una tierra familiar, y comprando materiales con el dinero de la venta de algunas otras tierras. Dedicada a la Virgen del Pilar, la edificación la empezó a construir el 12 de octubre de 1961. En 1961 esta tierra se situaba a las afueras del pueblo y ahora en pleno casco urbano.
Cincuenta y cinco años después, Justo ha conseguido completar la obra tal como la vemos en las fotografías.
Se me ocurre que si con la determinación con la que Justo ha logrado este resultado, se hubiera dedicado al mundo de las finanzas, de la empresa o de la política, posiblemente habría conseguido el dinero para completar su catedral… Sin embargo a esta le faltaría la grandeza que le falta a una mansión de jeque árabe de Marbella. Y es que, más allá de los ladrillos, de lo que se ve, la Catedral de Justo es un monumento al potencial más sublime del ser humano.
Para saber más…: https://actualidad.rt.com/sociedad/214972-justo-gallego-espana-catedral-religion
En las fotos anteriores y siguiente:
Vista del coro y deambulatorio,
Cripta subterránea y
Nave central,
Cúpulas.
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